domingo, 15 de julio de 2012

Cosas de la secta

Es muy curioso, pero ya empieza a cansar. Las críticas a las selecciones nacionales son habituales en todos los países, pero en España es de locos. La razón es sencilla: La secta, verbigracia, correligionarios del Real Madrid. No sé por donde empezar. Lo mejor es hacerlo por el principio. Como todos sabemos, cuando un servidor empezó a tener uso de razón y a conocer que existían unas competiciones internacionales que sin duda alguien ganaba,nuestro único palmarés consistía en una Eurocopa y un pase a semifinales de un mundial: los goles de Marcelino y Zarra, respectivamente, confusas jugadas en blanco y negro en las que no sabíamos desde dónde se centraba o si se marcaba de cabeza o con el pie. Después vimos la final europea contra Francia en la que a Arconada se le escapó un balón por debajo de la barriga.
Más tarde, la etapa de Javier Clemente consiguió resultados muy positivos, mientras recibía el ataque y el odio unánime de la secta. ¿Motivo? Dejar de seleccionar a la famosa quinta del Buitre ganadora de dos Copas de la UEFA (lo que, a veces, llaman porque no se acuerdan de que es lo único que ganan últimamente, chupitos). Cuando llegó el atlético Luis Aragonés y se cargó al adorado Raúl por egocentrismo, crear mal ambiente y porque además tenía a otros que luego, fíjate tú qué cosa, ganaron un mundial y dos eurocopas, las críticas se convirtieron en gravísimos insultos y comentarios ofensivos hacia el seleccionador, sobre todo por parte de los comentaristas declarados madridistas que lo más bonito que le llamaban era "viejo". El caso es que además, la obcecación es tal que es que no se dan cuenta de algo que se ve venir, y  algunos seguían echando el veneno prácticamente hasta la final.
Pero aquí no acaba la historia. Pasada la Eurocopa, llega el madridista del Bosque, sustituyendo al viejo que ganó gracias a que los jugadores eran muy buenos. Lo que quizá no se esperaban es que del Bosque actúa para ellos como don Juan Carlos para los post-franquistas, es decir, les sale rana: respeta el esquema y los jugadores de Luis y por supuesto, no convoca a Raúl. No se les ha pasado el primer emberrenchinamiento y hemos ganado el mundial. Lo que para un españolito de mi edad es similar a salir una noche y enrollarse a Irina Shayk o que nos devolvieran Gibraltar. Lo más curioso llegó con esta última Eurocopa. Repetimos por tercera vez las mismas majaderías: "Jugamos sin delantero". "Tocamos mucho, pero no tenemos profundidad". "Raúl ha hecho una gran temporada". "Torres no marca goles" (máximo goleador del torneo). Un comentario de Facebook de un alumno mío fue muy divertido: "Estamos en la final, pero España no me convence". Me tienen tan mareados a mis pobres muchachos, que no saben si acudir a las competiciones consiste en ganarlas o atender a las gillipolleces de Siro López.
Somos el único equipo que ha ganado consecutivamente estos tres títulos. En esta fase final en concreto, solo nos han marcado un gol. Nadie nos ha ganado. Es más, como diría Hugo Sánchez, no recuerdo quién fue el último macho que nos ganó. Sin embargo, algunos que casi estaban ya pensando en celebrar los goles de Ronaldo, recibieron estupefactos la goleada a Italia. Lo que hace el fanatismo: no descubren la religión verdadera aunque la tienen delante.

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