martes, 4 de agosto de 2009

Si Torrente existiera sería del Real Madrid

Hace unos días, cuando estaba en la playa con mi familia, solíamos dar un paseo con los niños y después de cenar temprano, volvíamos a casa. Vida tranquila y ordenada. Antes de acostarnos solíamos poner un rato la tele. Normalmente no hay nada interesante, pero un día encontramos empezada una de las películas de Torrente, así que esa noche terminamos el día riendo, que siempre es mejor que llorar, que es lo que suele producir la televisión.
Pocos en España no conocen a este personaje cinematográfico creado por Santiago Segura. El éxito de estas películas es indiscutible, aunque las valoraciones expresadas por los espectadores sean diversas: divertidas, repugnantes, serie B, la última españolada, crítica social, geniales...
Mi opinión es que intentan divertir, además de ser rentables a su productor, lo cual es de agradecer también por parte de los contribuyentes que están hartos de subvencionar un cine sectario, feo y que no interesa a nadie. Las películas de Torrente consiguen ambos objetivos, diversión y rentabilidad, con creces. Santiago Segura dibuja una exagerada caricatura, un esperpento que acumula defectos repulsivos, morales y físicos, y que naturalmente hace reír, salvo a aquellos de naturaleza más sensible.
Podríamos decir que el personaje, a pesar de lo caricaturesco, esperpéntico e hiperbólico, está construido de forma coherente. Me explico: sus rasgos físicos y morales son verosímiles y no hay incongruencias. Un ejemplo: Si Torrente es fascista, es también racista. Si su aspecto es lamentable, su casa también es una pocilga. Así podríamos seguir... Sin embargo, cualquiera es capaz de hallar una incoherencia que le ha pasado inadvertida al guionista (el mismo Segura) no sabemos si por error propio o por consejo de otros: el personaje de Torrente tal como está concebido por su autor, jamás sería simpatizante del Atlético de Madrid. Es más, la personalidad que muestra el personaje es la idónea para un seguidor del Real Madrid. No digo que todos los del Madrid sean así, pero sí las personas como Torrente son, sin duda, del Real Madrid.
No os apresuréis a cerrar el blog todos los madridistas (siento ser irreverente con vuestro credo), terminad de leer la entrada.
Creo que Segura al buscar rasgos identificativos para Torrente pensó que debía ser futbolero como algo típico de un español inculto. En cuanto a sus gustos musicales buscó algo popular y vulgar como el Fari, pero en la elección de su equipo de fútbol se equivocó. Le dio a Torrente un club "pobre" frente al todopoderoso Real Madrid, le hizo ser de un club de barrio, cuyos aficionados deberían ser, coherentemente, gente más popular y vulgar. No se dio cuenta de que esto es un tópico que hace muchas décadas es una falacia. Diré por qué. Se olvida frecuentemente que seguir a un equipo, "ser de un equipo" como se dice en España, no lo proporciona ni la clase social, ni la educación, ni la belleza física de la persona. Basta con manifestarlo, así sin más. Es decir, yo, ahora mismo, si quisiera, podría decir "a partir de ahora soy del Real Madrid" y nadie podría contestarme "no, tú no puedes, porque no eres guapo, o no porque no eres rico, o no vives en la Castellana, etc.
¿Adónde quiero llegar con todo esto? A lo siguiente: Como el Real Madrid gana títulos a mansalva y "ser de" este equipo es gratis, todo chichirimundi es seguidor del Madrid. Repito: Todo el mundo. Bomberos, relojeros, banqueros, albañiles, mendigos, taxistas, empresarios, periodistas del corazón, profesores de inglés, fontaneros, banderilleros, verduleras, trapecistas...
Es curioso cómo algunos madridistas se jactan de tal naturaleza como si la hubieran conseguido guerreando en Tierra Santa.
Es más, seguidores del Madrid los hay guapos y feos, cultos e incultos, ricos y pobres, fascistas y comunistas... y personas como Torrente, cuyas características son incompatibles con las de los simpatizantes del Atlético del Madrid. Alguien del Atleti es difícil que sea un perdedor en su vida personal. Normalmente está preparado para estos reveses del ámbito del ocio, como perder un partido de liga, su vida está plena, es una persona sin complejos, de fuerte personalidad, no teme acumular un "nuevo defecto" a su persona, o, si cree hacerlo, se ríe de ello, se ríe de sí mismo y de los demás, a los que trata con socarronería, pues tiene una perspectiva culta y distante del espectáculo del fútbol.
Por todo ello, debemos colegir que un personje como Torrente es casi imposible que fuera del Atlético de Madrid. Torrente es franquista y debería ver en el Madrid un símbolo de otros tiempos, como suele ocurrir. Torrente es tan cobarde que en la escena en la que se cruza con ultras del Madrid tira su bufanda por una alcantarilla y se une a los adversarios deportivos en sus cánticos. Más fácil sería ser del Madrid y unirse a la afición universal, erigiéndose además en ganador. Porque eso hacen muchos Torrentes: le tiran los tejos a una Inés Sastre, pensando que la merecen, presumen de ser agentes de la ley mientras en realidad están infringiéndola, dicen controlar el alcohol y a continuación dan un violento trago al vaso sucio sin hielo derramando el whisky por su cara, se las dan de seductores y abordan a chicas inalcanzables con gestos obscenos, insoportablemente vulgares e inoportunos... (escena) En definitiva, dicen ser ganadores y se hacen del Real Madrid.